«Realizar el Máster es, ante todo, una experiencia personal que está creando un espacio de reflexión imprescindible en mi formación”

María del Ser es alumna de la 13ª promoción del Máster en Gestión Cultural: Música, Teatro y Danza y ha realizado prácticas en Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Secretaria
20 de julio de 2015

¿Qué te han aportado las prácticas para la mejora de tu desarrollo profesional?

A través de las prácticas, tener la posibilidad de hacer me ha permitido conocer los mecanismos técnicos e instrumentales, los recursos materiales y especialmente los inmateriales que intervienen en la gestión cultural. Igualmente, la complejidad de ciertos procesos que, a través de la acción y de la observación, me han facilitado orientar, asentar y canalizar mis destrezas y mis habilidades y, por tanto, mi trayectoria profesional.

El marco de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo –centro universitario de alta cultura, investigación y especialización creado en 1932, por el que cada año pasan académicos, científicos, políticos, creadores y otros profesionales nacionales y extranjeros de máximo prestigio en todas las disciplinas del conocimiento- exige incorporar, promocionar, proteger y difundir la cultura en un marco educativo desde la alta atención al detalle, sin perder de vista el especial interés en su dimensión social. Además, el entender como imprescindibles el conocimiento y el criterio constructivo, la cualificación y el sentido ético que otorga la formación y, sobre todo, la necesidad de educación.

¿Qué destacarías del Programa de Prácticas y Desarrollo Profesional del Máster?

La prácticas realizadas en distintas instituciones pone de relieve las particularidades de las relaciones y mecanismos de gestión entre los profesionales que las integran y que no pueden considerarse si no es desde la experiencia real de trabajo.

La idoneidad de la adecuación al perfil de cada alumno que se tiene en cuenta desde el Programa de Prácticas y ese hecho de verse y encontrarse en diversas situaciones de trabajo exige, de forma constante, la necesidad de compromiso con la entidad, discreción y confidencialidad. Además, el obligado desarrollo de una actitud siempre proactiva, de alta capacidad resolutiva y de una buena gestión del tiempo, de visión panorámica, de análisis de las situaciones y de búsqueda de soluciones desde la lógica y la técnica –nunca desde el conflicto-,  potencian en el alumno un saber estar, un gran respeto y una necesidad de buenas formas que no dejan de ser, siempre, elementos generadores de confianza en uno mismo y de una gran capacidad de autocontrol ante posibles situaciones difíciles que implican, por tanto, un enorme desarrollo y crecimiento profesional y un gran enriquecimiento personal.

Comentarios

Realizar el Máster es, ante todo, una experiencia personal que está creando un espacio de reflexión imprescindible en mi formación. Las constantes ganas de aprender y de asumir retos, manejados de forma disciplinada, pueden entenderse como las herramientas perfectas para una plena satisfacción con y por lo que se hace y, por tanto, sinónimo de éxito individual y colectivo.

No olvidemos que, en cierta medida, somos consecuencias de las decisiones que tomamos y que nos queda mucho camino por recorrer. Y no perdamos de vista que, en este ámbito, no existe la inmediatez y la consecución de los logros profesionales a corto plazo sino que se nos plantean como una carrera de fondo. Seamos conscientes de que detrás de los grandes logros siempre hay grandes esfuerzos y afrontemos todo ello con muchas ganas e ilusión, con conciencia y con consciencia pero, sobre todo, con mucha humildad